Ginseng (Panax Ginseng)
Originaria de Asia oriental, ha sido desde
siempre centro de numerosas creencias y actividades mágicas, en cierta forma relacionadas con su actividad farmacológica.
Su propio nombre lo define como la panacea
de todos los males, y por esta razón ha sido
ampliamente utilizado en la medicina tradicional oriental; desde hace relativamente poco
tiempo se ha venido introduciendo en nuestra
cultura, primeramente a nivel naturista y -
después de realizados los estudios pertinentes- la medicina occidental lo ha incluido en
preparados reconstituyentes.
Crece en bosques montañosos, lugares húmedos y en penumbra, pero raramente se encuentra en estado silvestre.
Dependiendo de cómo se lleve a cabo su recolección y su tratamiento posterior, podemos
encontrar dos formas de ginseng en el mercado, que proceden de la misma planta y que
tienen las mismas propiedades, si bien el precio de mercado del ginseng rojo es considerablemente superior al del ginseng blanco.
Siguiendo la norma recogida en la farmacopea
europea, nos encontramos con el ginseng
blanco, al que se llega por una recolección
seguida de un secado de la raíz y su posterior
lavado.
Si se sigue la tradición oriental, llegamos al
ginseng rojo, que se diferencia del blanco en
que, después de la recolección, se procede a
un contacto con vapor de agua, para su posterior secado, lo que le da un característico aspecto rojizo y córneo.
Sus aplicaciones se derivan de la acción de
unas sustancias llamadas genéricamente ginsenósidos o panaxósidos, que también poseen vitaminas del grupo B y ácido ascórbico
(Vitamina C).
Asimismo cuenta con polisacáridos que le
confieren una acción estimulante de las defensas del organismo.
Debido a que su actividad no se debe a una
única sustancia sino a varias, a la hora de
empezar un tratamiento hay que comprobar
que se trate de preparados estandarizados, ya
que parte de estas sustancias pueden tener
efectos contrarios al deseado.
Se utiliza contra la fatiga física y mental, y no
se considera doping en las competiciones deportivas.
Su uso resulta también beneficioso en personas de la tercera edad, ya que mejora el estado de ánimo.
También se recomienda en personas que por
su actividad se hallan sometidas a un estrés
diario.
Su empleo como afrodisíaco se debe a que es
un estimulante del sistema nervioso central y
un estimulante sexual.
Para aprovechar al máximo sus propiedades,
se necesita un tratamiento de unos quince días, no siendo recomendable un uso prolongado que exceda de dos meses, ya que puede
provocar hipertensión, insomnio, erupciones
cutáneas...
.- Decocción. Se consigue al introducir un
gramo de polvo de raíz en un cuarto de litro de
agua hirviendo durante tres minutos, y se
puede tomar una taza al día.
.- Extracto fluido. Un mínimo de quince y un
máximo de treinta gotas dos o tres veces al
día, durante aproximadamente un mes, y después un descanso para retomar de nuevo el
tratamiento.
.- Extracto seco. Se emplea desde 200 miligramos hasta un gramo al día.
.- Polvo de la raíz seca. De 800 miligramos a
cuatro gramos al día.
Asimismo existen comercializados multitud de
preparados en forma de cápsulas, ampollas,
gotas... con una riqueza mas o menos variable, y por tanto con una mayor o menor actividad.
Tónico-vitalizante. Fatiga física y mental. Estimulante
Fuente: "Enciclopedia de plantas medicinales"